UNICEF denuncia alto riesgo de desnutrición infantil en Siria tras terremotos y doce años de guerra

Antes de los terremotos del 6 de febrero, más de 3,75 millones de niños necesitaban asistencia nutricional y siete millones requerían una asistencia humanitaria urgente.

Los doce años de guerra en Siria y los terremotos que sacudieron al país el pasado mes de febrero han dejado a los niños sirios ante un mayor riesgo de desnutrición aguda, según ha advertido este miércoles el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Desde el inicio del conflicto, que ha cumplido doce años este 15 de marzo, cerca de 13.000 niños y niñas en Siria han muerto o resultado heridos, según datos de Naciones Unidas.

Además, los altísimos precios y los ingresos insuficientes han causado que la desnutrición aguda aumentara un 48 por ciento entre los niños de entre seis y 59 meses entre 2021 y 2022, lo que puede ocasionar un debilitamiento de su sistema inmunitario y aumentar once veces sus posibilidades de morir, tal y como ha indicado UNICEF en un comunicado.

La desnutrición también ha provocado que más de 609.900 niños y niñas menores de cinco años sufran un retraso en su crecimiento que, unido a los daños físicos y mentales derivados de la grave crisis humanitaria, impactará en su capacidad de aprender, su productividad y en los ingresos que recibirán en su vida adulta.

«Los niños de Siria no pueden esperar más. Tras años de conflicto, y ahora los dos catastróficos terremotos, el futuro de millones de niños pende de un hilo; es nuestra responsabilidad colectiva reiterar a estos niños que su futuro es también nuestra prioridad», ha asegurado la directora regional de UNICEF para Oriente Próximo y África del Norte, Adele Khodr.

Antes de los terremotos del 6 de febrero, más de 3,75 millones de niños necesitaban asistencia nutricional y siete millones requerían una asistencia humanitaria urgente, y se estima que solo quedan 20.000 médicos en toda Siria.

Debido tanto a los terremotos como a la guerra, casi dos tercios de las plantas de tratamiento de agua, la mitad de las estaciones de bombeo y un tercio de las torres de agua de Siria están dañadas, lo que hace dependiente de fuentes de agua alternativas e inseguras a casi la mitad de la población siria. Esto produjo un brote de cólera en 2022 en el que se notificaron 84.600 casos, mientras se prevén otros 39.000 de cara a los próximos seis meses.

UNICEF sigue trabajando en programas de tratamiento vitales para evitar o tratar a los niños con desnutrición aguda grave, además de otros servicios sanitarios.

Sin embargo, los fondos de Acción Humanitaria para la Infancia 2023 de UNICEF en Siria solo tienen garantizada una parte de los 328,5 millones de dólares (en torno a 306 millones de euros) necesarios, a los que se les suma otros 172,7 millones de dólares (unos 160,8 millones de euros) para atender a los afectados por el terremoto. (Europa Press)

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