Guterres pide honrar muerte del último fiscal del Tribunal de Núremberg

"Nuestro mejor homenaje para el señor Ferencz es continuar su labor esencial para promover la rendición de cuentas por los crímenes atroces y garantizar que se escuchen las voces de las víctimas", ha indicado el secretario general.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se ha mostrado «entristecido» por el fallecimiento del abogado estadounidense Ben Ferencz, el último fiscal de los Juicios de Núremberg, y ha propuesto honrarle promoviendo la rendición de cuentas por los crímenes de guerra.

«Nuestro mejor homenaje para el señor Ferencz es continuar su labor esencial para promover la rendición de cuentas por los crímenes atroces y garantizar que se escuchen las voces de las víctimas», ha indicado el secretario general.

Guterres ha querido transmitir, en nombre de la ONU, su «más sentido pésame a la familia de Benjamin Ferencz y a todas las personas del mundo cuyas vidas se vieron afectadas por un notable y compasivo defensor de la justicia y los Derechos Humanos».

«Tras presenciar de primera mano los horrores del Holocausto como soldado, e investigar y enjuiciar los crímenes de guerra nazis en los juicios de Núremberg como joven abogado, Ferencz dedicó la mayor parte de su vida a intentar hacer del mundo un lugar mejor», ha relatado.

«Fue uno de los primeros y más apasionados defensores de la creación de un Tribunal Penal Internacional (TPI), al que describió como ‘el eslabón perdido del ordenamiento jurídico mundial'», ha defendido, según reza un comunicado.

Asimismo, ha subrayado que el abogado neoyorquino, que falleció este sábado en Florida (EEUU) a los 103 años, «siguió siendo un defensor incondicional del TPI durante el resto de su vida».

Ferencz era el último fiscal con vida de los juicios que marcaron la primera vez en la historia que se procesaba nazis por crímenes de lesa humanidad y genocidio, llegando a condenar con 27 años y sin experiencia previa a 22 comandantes nazis tras la Segunda Guerra Mundial.

El abogado, que fue testigo de los crímenes nazis como investigador entre las tropas estadounidenses que liberaban campos de concentración, ganó lo que llamó «el juicio por asesinato más grande de la historia», según recoge el Museo del Holocausto estadounidense. (Europa Press)

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