Paz Peña Ochoa presenta Tecnologías para un planeta en llamas

La periodista e investigadora aborda en este ensayo la crisis climática y ecológica desde el punto de vista del tecnocapitalismo y el creciente impacto socioambiental que las tecnologías digitales generan en el planeta.

Actualmente, recibir y enviar información por correo electrónico o redes sociales es, para muchos, una actividad cotidiana. Sin embargo, pocas veces nos cuestionamos qué recursos naturales son necesarios para sostener esta tecnología o quién y en qué condiciones extrae los minerales que permiten que nuestros teléfonos funcionen. ¿Qué relación hay entre el consumo de agua y el almacenamiento de datos? ¿Son realmente sustentables las empresas líderes del mercado mundial, como Google o Amazon? ¿Cuánto se parece la minería de bitcoins –la promesa de una forma de valor universal– al proceso minero y sus externalidades, en tanto prácticas laborales explotadoras, degradación medioambiental e inestabilidad política?

Ante una crisis climática que avanza sin tregua y que exige acciones eficaces, las big tech —y otros grupos de poder— siguen sosteniendo que la digitalización es la respuesta para frenar el problema medioambiental. Este supuesto es el que la periodista Paz Peña Ochoa cuestiona en su publicación Tecnologías para un planeta en llamas. «Este discurso, como reviso en el libro, es engañoso. Oculta, primero, los diversos efectos socioambientales de las tecnologías digitales en todo su ciclo de vida, desde la explotación de minerales, el agua, la energía que necesita, la basura tóxica que produce», asegura la autora. En segundo lugar, enfatiza la investigadora, «no toda digitalización brinda siempre eficiencia energética, más aún, puede propiciar un efecto contrario, el de rebote».

En este incisivo ensayo, se cuestiona el modelo tecnocapitalista, planteando la “transición digital justa” como una posible solución ante la crisis climática que hoy atravesamos. ¿En qué consiste dicha transición, de acuerdo con la autora? En un proceso que integre una visión crítica sobre el modelo económico que nos llevó a este desastre, y que nos permita elaborar creativamente tecnologías digitales que regeneren las relaciones con el planeta y respondan a futuros sostenibles. «Debemos problematizar la idea de querer ser verdes y digitales, mientras los costos los pagan otros. Necesitamos dejar de pensar en el milagro de la tecnosolución, porque esta no es una crisis tecnológica, sino política», asegura la autora.

La investigadora afirma que «como sociedad nos seduce mucho la idea de la tecnología autónoma y super inteligente, y nos es impensable concebir que detrás de cada innovación tecnológica hay personas mal pagadas que son la muleta fundamental de las decisiones algorítmicas, y que hay infraestructuras concretas y gigantes que son altamente extractivas de recursos y que son clave para «la magia de la automatización»».

El tecnocapitalismo y sus efectos

Según plantea Peña, el tecnocapitalismo se sustenta en un poder corporativo «cada vez más concentrado en un puñado de empresas». En este escenario, sugiere la autora, es necesario «sopesar cuánto poder en la sociedad van a seguir acumulando estos jugadores».

Conjugando ejemplos de los impactos socioambientales de las tecnologías digitales en América Latina, Estados Unidos, África y Europa con referencias bibliográficas variadas, Tecnologías para un planeta en llamas invita a los lectores a preguntarse por qué, si la crisis climática es un producto del capitalismo, no se pone en duda la continuidad del sistema económico como una medida de mitigación del problema medioambiental.

Chile no queda fuera del análisis: la autora examina desde las presiones de Estados Unidos y Alemania para conseguir litio extraído en nuestro país, hasta el uso ingente de agua dulce que necesitan los mega data centers de Microsoft y Google en comunas como Quilicura y Cerrillos, que encendieron las alertas de sus habitantes.

«Es un tema abrumador, pero debemos dejar de esperar que las medidas estructurales vengan solas y empezar nosotros mismos a problematizar […] eso incluye ser críticos sobre nuestros consumos digitales y nuestra forma de concebir qué es lo tecnológico», opina la autora, y agrega:

«¿Puede haber otra digitalización que no sea solamente extractiva y basada en la gestión creciente de datos? Yo creo que sí, es más, ya existen intentos acá en América Latina. La situación se hace menos abrumadora, entonces, cuando nos empezamos a preguntar concretamente sobre cómo potenciar alternativas antes que esperar tener una sola gran respuesta perfecta a esta emergencia».

Paz Peña Ochoa es una investigadora independiente enfocada en la intersección entre tecnologías digitales, feminismo y justicia social. Los últimos años ha estado especialmente concentrada en comprender los impactos socioambientales de la digitalización, su relación con las energías verdes y el papel que tiene América Latina en este escenario. Como consultora, trabaja en proyectos de investigación y políticas públicas para distintas organizaciones de la sociedad civil, academia y organismos internacionales. Vive en Santiago de Chile. Es periodista de la PUCV y Magister en Estudios de Género UChile.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.