Especialista relata las principales diferencias entre el reciclaje de metales y papel en Chile

Alejandro Hernández Toro lleva toda su vida trabajando en el mundo del reciclaje. Comenzó con el papel y cartón, para luego adentrarse de lleno en los metales no ferrosos.

El reciclaje es una de las actividades más útiles en la actualidad. Gracias a él, se les da nueva vida a materiales que normalmente terminan en la basura y en vertederos, o peor aún, en el medio ambiente.

Una de las personas que más sabe de reciclaje en Chile es Alejandro Hernández Toro, actual director comercial de Norte Verde SpA, empresa recuperadora de metales en Chile.

Prácticamente durante toda su vida ha estado ligado al reciclaje, ya que su familia proviene de una larga tradición recicladora que partió en 1938, lo que le ha permitido conocer de cerca el negocio, sus oportunidades y desafíos.

“Mi abuelo, mi padre, mis tíos y hermanos han estado inmersos desde siempre en este fascinante rubro, el cual permite que anualmente se recuperen toneladas de materiales que de alguna u otra manera, podrían perjudicar al medio ambiente si no se controlan”, comenta Hernández.

Dos de las industrias más fuertes en el país son las del reciclaje de papeles y metales. ¿Cuáles son sus diferencias? ¿Qué viene en el futuro de la recuperación de desechos? En este artículo Alejandro nos comentará su punto de vista.

Casi la totalidad del papel desechado se reutiliza en Chile

La primera industria en la que trabajó Alejandro fue la del papel y cartón. Junto a su padre y un socio lideraron el mercado a finales de los 90, vendiendo el papel desechado principalmente a grandes papeleras de nuestro país.

Según relata Hernández, actualmente el mercado del reciclaje de papel y cartón está concentrado en unas pocas empresas. Al igual que en otras vertientes del reciclaje, estas empresas reciben el papel recolectado por los recicladores de base, a quienes pagan según la cantidad de kilos que logren conseguir.

Una vez obtienen el papel, las papeleras lo tratan y lo vuelven a convertir en papel o en otros subproductos, como papel higiénico, toallas absorbentes, servilletas, pañuelos desechables, entre otros.

“Yo te diría que el 99% del papel y cartón que se recicla en Chile se queda en Chile. Es más, en el país cada cierto tiempo necesitan importar papel y cartón, ya que la cantidad que se produce es mucha”, comenta Alejandro.

Sin embargo, el valor del papel es muy bajo, por lo que muchos recicladores de base optan por recolectar otros materiales además del papel: “Para hacerse una idea, si yo quiero vender una tonelada de papel y lo quiero mandar a Asia, pagan 150 dólares por tonelada. Teniendo en cuenta el transporte, no resulta muy conveniente exportarlo”, explica.

De igual manera, el hecho de que casi la totalidad del papel que se ocupa en Chile permanece circulando, se traduce en un enorme beneficio para el medio ambiente.

Una de las principales ganancias para el país es que se ahorra energía, agua y recursos naturales. La fabricación de papel a partir de papel reciclado supone un ahorro del 70% de la energía y del 80% del agua que se utilizaría si se fabricara a partir de madera o fibras vírgenes.

La industria de la recuperación de metales

Como director comercial, Alejandro Hernández ha convertido a Norte Verde SpA en la empresa líder en recuperación de metales en Chile. Pero, ¿por qué se habla de recuperación y no de reciclaje?

Según señala Alejandro, las características de la industria chilena actual no permiten que el metal que es recolectado de la basura se recicle dentro del país. Es por eso, que la mejor forma darle una nueva vida es mediante la exportación.

“Países como Estados Unidos, China, Corea del Sur, India, entre otros, tienen industrias lo suficientemente desarrolladas como para fundir todo el metal que se recupera y darle una nueva vida útil. Anualmente, junto a Norte Verde exportamos más de 10.000 toneladas de metales no ferrosos”, señala Hernández Toro.

¿De dónde provienen los metales que se recuperan en Chile? Lo cierto es que los desechos pueden provenir desde muchos objetos, tales como automóviles (llantas y radiadores), refrigeradores, hornos, microondas, entre otros, así como también desde maquinarias industriales provenientes de grandes empresas.

También, hay metales que provienen de estructuras y partes de la casa, como lo son las ventanas, techos, vigas, cañerías, etc.

Por lo general, los metales que más se obtienen y exportan en nuestro país son el aluminio, el cobre, el acero y el bronce (todos en diferentes calidades).

El futuro está en recuperar la chatarra electrónica

Es importante que cada uno de nosotros se preocupe de separar nuestros residuos y llevarlos a un centro de acopio en donde serán retirados por las empresas recicladoras. Sin embargo, no debemos olvidarnos de un tipo de desecho: la chatarra electrónica.

También conocido como e-waste, es el conjunto de residuos resultantes de los aparatos que necesitan energía para funcionar y que, al ser desechados, contienen una pila o un enchufe. Estos residuos pueden contener sustancias tóxicas y metales pesados que pueden contaminar el medio ambiente y la salud humana si no se gestionan adecuadamente.

Por eso, el reciclaje de la chatarra electrónica es una actividad fundamental para preservar el planeta y sus recursos naturales: “El futuro está en el reciclaje de los aparatos tecnológicos. De ellos, es posible obtener pequeñas cantidades de metales como el oro, plata o el paladio, muy relevantes a la hora de desarrollar nuevas tecnologías”, señala Alejandro.

En líneas generales, si reciclas la chatarra electrónica generas múltiples beneficios, como por ejemplo:

  • Cuidas al medio ambiente: Al reciclar la chatarra electrónica, evitas que los materiales peligrosos acaben en vertederos o incineradoras, donde pueden liberar gases de efecto invernadero o contaminar el suelo y el agua. Además, al recuperar los materiales valiosos que contienen los residuos electrónicos, como oro, plata, cobre o aluminio, reduces la necesidad de extraerlos de la naturaleza, lo que implica un menor impacto ambiental y un ahorro de energía .
  • Ayudas a aumentar el empleo: El reciclaje de la chatarra electrónica genera oportunidades de trabajo tanto en la recolección como en el tratamiento de los residuos. Según Hernández Toro, en Chile se generan alrededor de 200 mil toneladas de chatarra electrónica al año, pero solo se recicla el 15%. Esto significa que hay un gran potencial para crear empleos verdes en este sector.
  • Proteges los recursos naturales: Al reciclar la chatarra electrónica, contribuyes a conservar los recursos naturales que se utilizan para fabricar nuevos productos. Por ejemplo, según la ONU, por cada millón de teléfonos móviles reciclados se pueden recuperar 35 kilos de oro, 350 kilos de plata, 15 toneladas de cobre y 6 toneladas de plástico. Estos materiales pueden volver a usarse para producir nuevos aparatos electrónicos o para otros fines industriales.
  • Aumentas la asequibilidad: También, favoreces la reducción de los costos de producción y el acceso a la tecnología. Al reutilizar los materiales reciclados, se abaratan los precios de los nuevos productos electrónicos, lo que permite que más personas puedan adquirirlos.
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