Gobierno en picada contra el negacionismo y justificación del Golpe de 1973

Vallejo puntualizó que "más allá de las declaraciones en particular, es muy importante que no sólo valoremos la democracia y el respeto a los derechos humanos, sino que trabajemos por fortalecerla en el presente".

«Evidentemente nos preocupa que exista negacionismo, que aún se pretenda justificar o validar una dictadura que violó derechos humanos, que masacró a gran parte de nuestro pueblo, que persiguió políticamente, que torturó y generó heridas hasta hoy», señaló hoy la ministra Camila Vallejo, tras conocerse ayer una encuesta que muestra un mayor apoyo a la justificación del golpe de 1973.

«A 50 años del Golpe, nuestro ejercicio es de memoria, de reconocer lo que sucedió en nuestra historia, de no negarlo, de reparar y hacer justicia, pero también pensar en nuestro presente y futuro. Lamentablemente, hay mucha gente que no conoce nuestra historia (…) y hay mucha que no logra valorar qué es la democracia porque no la ha perdido», reflexionó la vocera de Gobierno.

Vallejo puntualizó que «más allá de las declaraciones en particular, es muy importante que no sólo valoremos la democracia y el respeto a los derechos humanos, sino que trabajemos por fortalecerla en el presente».

Por su parte, Luis Silva, el consejero republicano más votado del país, respecto al mismo tema dijo que Pinochet había sido «un estadista» y que tenía un «dejo de admiración» hacia el dictador responsable de graves violaciones a los DDHH entre 1973 y 1990.

«Un hombre que supo rearmar el Estado que estaba hecho trizas», sentenció en una entrevista con ICARE.

Sin embargo, remarcó que, «lamentablemente, durante su tiempo a cargo del Gobierno de Chile ocurrieron cosas, las que él no podía desconocer y que habría justificado y son atroces», refiriéndose a las violaciones a los derechos humanos. «Eso mancha lo que hizo por Chile. A la distancia, a 50 años de 1973 y 17 menos hasta el término del Gobierno de Pinochet, debe hacerse una lectura más ponderada de su gobierno», aseveró.

Silva enfatizó la necesidad de «no reducir, con toda la gravedad que tiene, esos 17 años a las violaciones a los derechos humanos, porque nos privamos como chilenos de una comprensión equilibrada de nuestra historia».

«Cuando eso ocurre, evidentemente somos muy malos interpretes del presente. Hay un desafío especialmente de las generaciones posteriores de superar la lectura dicotómica», añadió.

Finalmente, Luis Silva manifestó que pese a tener «una admiración por él como hombre de Estado, no me declaro pinochetista».

«Es una figura histórica, por lo tanto no me casaré con una figura histórica», sentenció en la entrevista.

 

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