Aumentan a casi 40 los detenidos en nueva jornada de protestas en Israel

Los críticos de la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia.

La Policía de Israel ha confirmado este martes la detención de cerca de 40 manifestantes en el marco de una nueva jornada de movilizaciones en contra del proyecto de reforma judicial impulsado por el Gobierno de Benjamin Netanyahu, integrado por partidos ultraortodoxos y ultraderechistas.

La mayoría de las detenciones han tenido lugar en el centro del país, mientras que los medios israelíes apuntan a que una manifestante ha resultado herida de gravedad tras ser atropellada cerca de la ciudad de Raanana. La Policía ha apuntado que se habría tratado de un accidente y ha detenido al conductor para interrogarle.

Los líderes de la protesta han anunciado más tarde una marcha desde Tel Aviv hacia Jerusalén a través de la ruta 1, una de las principales carreteras de Israel. «Tomará unos días, pero os necesitamos», ha manifestado Shikma Bressler, una de las organizadoras.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha criticado a los organizadores de las protestas y los ha acusado de considerar que «una parte de la nación vale más que otra», según recoge el diario local ‘The Times of Israel’.

En el marco de las protestas, un grupo de manifestantes ha bajado a media asta la bandera de Israel en la sede del Ejército en Tel Aviv, después de que decenas de reservistas hayan advertido de que podrían suspender su labor en caso de que el Parlamento apruebe la reforma sin contar con la oposición.

Además, un grupo de manifestantes se ha concentrado frente a la sede del sindicato Histadrut para reclamar que convoque una huelga general para presionar al Gobierno e intentar que no siga avanzando en el proceso parlamentario, donde la coalición liderada por Netanyahu cuenta con mayoría.

El jefe de Histadrut, Arnon Bar-David, anunció en marzo que el sindicato se unía a una huelga general para protestar por el proyecto, en medio de una oleada de protestas a nivel nacional que llevó a Netanyahu a pausar los trámites parlamentarios y a iniciar contactos con la oposición, rotos ante la falta de avances.

Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, ha indicado este martes que los llamados por parte de reservistas para negarse a servir en las filas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en protesta por la controvertida reforma dañan al estamento militar.

«Cualquiera que pida no presentarse (a filas) daña a las FDI y la seguridad del Estado», ha afirmado durante una comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, antes de recalcar que «el objetivo a día de hoy es combinar competencia y cohesión».

«En los distintos escenarios, tanto lejos como cerca, se requiere que las FDI permanezcan vigilantes para fortalecer la disuasión. Los actuales desafíos de seguridad exigen que estemos altamente preparados a nivel de competencia y cohesión, incluso cuando hay tensiones entre ellas. El objetivo es mantenerlas juntas», ha explicado.

Reservistas de decenas de unidades han amenazado durante las últimas semanas con poner fin a su servicio voluntario y, de hecho, unos 4.000 han firmado cartas advirtiendo de que podrían cumplir con este compromiso en caso de que salga adelante la propuesta de reforma.

El propio Halevi dijo la semana pasada que los reservistas «no tienen derecho» a no presentarse, mientras que el líder del opositor Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, ha afirmado que el jefe del Estado Mayor del Ejército debería dimitir si no es capaz de mantener la competencia en el seno del Ejército.

«El papel del jefe del Estado Mayor siempre fue dar seguridad y mantener la competencia en las FDI. En las circunstancias actuales, esto es imposible. Por ello, debe dimitir, no tiene otra opción», ha zanjado Lieberman, un antiguo aliado de Netanyahu que se distanció de él hace años y ahora forma parte de la oposición.

Los manifestantes se han congregado también en torno a la Embajada estadounidense en Tel Aviv, donde alguno de los asistentes ha afirmado que su intención es lanzar un mensaje a Washington para que trate de persuadir a Netanyahu en su intento por aprobar la reforma judicial.

Los críticos de la reforma judicial argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para revocar decisiones judiciales. (Europa Press)

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