Gabriel Boric: «Nunca más la violencia debe sustituir al debate democrático»

"Recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes cuando hace 50 años cayeran avasallados por la insolencia de la traición y sedición", señaló el mandatario en el acto central de la conmemoración de los 50 años del Golpe.

Tras un minuto de silencio, a las 11:52 -hora en que La Moneda fue bombardeada- y tras las alocuciones de Estela de Carlotto e Isabel Allende, tomó la palabra el jefe de Estado, Gabriel Boric, para referirse a lo ocurrido en 1973, asegurando que «recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes cuando hace 50 años cayeran avasallados por la insolencia de la traición y sedición».

Según dijo el Mandatario, «llevamos a nuestros corazones a quienes desde el primer día vivieron la tortura y desapariciones. Desde el mismo momento del Golpe se violaron los derechos humanos».

Boric habló ante un simbólico auditorio, en el que estaban presentes 29 invitados internacionales, entre ellos 5 jefes de estado y los expresidentes Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, visiblemente afectado tras una cada que sufrió en su parcela de Caleu.

El mandatario afirmó, entre otras cosas, que este 11 de septiembre «es también un día para detenerse a pensar en las y los ausentes, recordar a con cariño a quienes desde el primer día dedicaron anónimamente a salvar vidas. Reconocer la solidaridad internacional desde el primer día del Golpe y a todos quienes protegieron a los desamparados cuando el Estado se fue contra de ellos».

Boric aseguró que «no es separable» la asonada «de lo que vino después» y ha dejado claro que «no importa el color del régimen que viole los Derechos Humanos». «Sea rojo, azul o negro, estos deben ser respetados siempre y su vulneración condenada sin matiz ninguno», ha sentenciado.

«Vamos a seguir insistiendo de manera incansable que los problemas de la democracia siempre pueden solucionarse y resolverse con más democracia y que nunca es justificable un golpe de Estado ni vulnerar los Derechos Humanos de quienes piensen distinto», ha sentenciado.

Asimismo, el mandatario chileno ha defendido que «la democracia es el único camino para avanzar en una sociedad más justa y humana». «Por eso nos revelamos cuando no había otra alternativa. ¡Por supuesto que había otra alternativa!», ha dicho

Boric valoró la firma transversal de todos los expresidentes respecto al compromiso por la democracia, indicando que «soy un optimista empedernido sobre el futuro de Chile, América Latina y el mundo. Sé que enfrentamos muchas dificultades».

Boric destacó que 50 años después del golpe de Estado, encabezado por Augusto Pinochet, el mundo le sigue rindiendo homenaje al presidente Salvador Allende, un hombre de impecable trayectoria democrática que –dijo- empeñó su palabra en respetar la Constitución y las leyes y así lo hizo.

Recordó que cuando va a cualquier parte del mundo, a cualquier pueblo de Chile por más alejado que sea, se encuentra con el nombre de Allende.

En su discurso, se refirió al plan lanzado recientemente para la búsqueda de los detenidos desaparecidos, al señalar que todavía hoy se desconoce el paradero de mil 162 compatriotas, entre ellos hombres, mujeres, niños y adolescentes.

Esa responsabilidad la debió haber asumido el Estado y por eso hemos tomado la decisión de dar un nuevo paso adelante, afirmó.

Respecto a las críticas de algunos sectores de la derecha por participar ayer en la marcha hacia el Cementerio General en homenaje a las víctimas de la dictadura, dijo Boric que no se arrepiente de estar junto al gobierno del lado de quienes sufrieron.

El mandatario fue enfático en señalar que «Nunca más» la violencia podía sustituir al debate democrático. «Desde Chile, decimos hoy, democracia siempre en este contexto. Nos encontramos para recordar esa imprescindible verdad para la que tenemos que hacer frente, aquella que dice que la democracia no está garantizada. Todos los días debemos trabajar para defenderla», expresó.

Sostuvo que «el Golpe trastocó profundamente la vida de los chilenos. Un proyecto hecho por un hombre de impecable trayectoria democrática, intérprete de grandes anhelos de justicia».

«Sabemos que, en medio del horror, se levantaron organizaciones con dificultades, amenazas y a las que hoy rendimos homenaje», subrayó el Presidente.

El jefe de Estado también respaldó sus últimas acciones en el marco de las conmemoraciones del Golpe de Estado: «Digo con mucha convicción que no me arrepiento ni un segundo de estar junto a mi Gobierno del lado de quienes sufrieron. La unidad y reconciliación no se consigue con neutralidad ni distancia, sino que poniéndose indiscutiblemente del lado de quienes fueron víctimas del horror. La reconciliación no pasa por empatar responsabilidad de víctimas y victimarios, sino haciendo todo lo que está a nuestro alcance para obtener la verdad y justicia».

Boric envió un mensaje «a las generaciones que no vivimos el Golpe y nacimos en democracia».

«Los invito a pensar a cada uno de ustedes, en formato de discurso y verdad. La democracia es una construcción continua, los beneficios y libertades que gozamos hoy fueron conseguidas con el esfuerzo y sufrimiento de quienes nos antecedieron. Invito a jóvenes a preguntarnos qué hacemos nosotros y qué hacemos por quienes vendrán», expresó.

Igualmente, agradeció y destacó el rol de los ex presidentes desde el retorno a la democracia con diversos gestos en favor de la democracia.

«Hoy día nuestro Gobierno pretende dejar este legado del Plan Nacional de Búsqueda. Es una política permanente que trascendeá a este Gobierno», acotó.

«El compromiso que hoy nos mueve debe ir más allá de la coyuntura del momento, debemos ser capaces de enfrentar el futuro. Por eso, el compromiso con la democracia, derechos humanos y la democracia es trascendente. Las generaciones mayores no estarán por siempre en la memoria de sus muertos ni de lo que pasó. Las historias que dejan de contarse se olvidan. Abracemos la democracia, juntos hagámonos cargo de sus complejidades, mirémonos a los ojos, la gracia de la democracia es que permite resolver las legitimas diferencias en paz», sentenció.

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