Reino Unido avanza en controvertida ley para juzgar crímenes del conflicto irlandés

La nueva legislación establecerá una comisión independiente que se encargará de examinar las muertes durante el conflicto, que terminó con más de 3.500 fallecidos y 40.000 heridos por aquellos disturbios que comenzaron a finales de la década de 1960.

La Cámara de los Comunes británica ha dado un primer paso para aprobar una ley que juzgará los violentos asesinatos de la épica de Los Problemas (‘The Troubles’, en inglés), el eufemismo por el que se conoce al conflicto norirlandés, que cobró durante tres décadas la vida de más de 3.500 personas hasta la firma de los Acuerdos de Viernes Santo.

El controvertido proyecto de ley, muy criticado por la clase política irlandesa, los familiares de las víctimas y por varias organizaciones de Derechos Humanos, tendrá que volver a ser votado la próxima semana antes de ser aprobado de forma definitiva.

La nueva legislación establecerá una comisión independiente que se encargará de examinar las muertes durante el conflicto, que terminó con más de 3.500 fallecidos y 40.000 heridos por aquellos disturbios que comenzaron a finales de la década de 1960.

Uno de los puntos más controvertidos es que incluye una amnistía para aquellos que hayan cometido delitos durante el conflicto a cambio de información a la comisión, una iniciativa de la que se beneficiarán no solo los veteranos del Ejército británico, sino también de aquellos que abrieron fuego contra los militares.

La legislación, inspirada por la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica, impedirá la apertura de nuevas causas o investigaciones al respecto, por lo que todos los casos tendrán que pasar por la comisión independiente.

REACCIONES A LA LEY
La directora adjunta de Amnistía Internacional (AI) de Reino Unido para Irlanda del Norte, Grainne Teggart, ha asegurado que la ley «no hace más que absolver a los responsables de los abusos relacionados con el conflicto bajo el pretexto de la reconciliación».

Por su parte, el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, ha aseverado que la legislación impulsada por el Gobierno «no cumple con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, del que Reino Unido es signatario», según ha recogido la cadena BBC.

De la misma forma, Billy McGreanery, el nieto de una de las víctimas, William McGreanery — quien fue tiroteado por un militar de un regimiento de infantería del Ejército Británico– ha afirmado que la iniciativa representa «una terrible injusticia a cada familia en este país».

El ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, ha defendido que la legislación, apoyada por numerosas organizaciones de veteranos, permitirá «trazar una línea» entre el pasado y el presente, ha recogido la cadena Sky News.

El conflicto se remonta a los años veinte del siglo pasado, cuando la isla de Irlanda se dividió entre un país homónimo independiente y una zona septentrional que seguía vinculada a Reino Unido. Triunfaron entonces las tesis unionistas, en detrimento de las de los republicanos, que querían integrarse en la Irlanda independiente.

Las discrepancias políticas y sociales derivaron década más tarde en la creación de grupos armados: por parte de los unionistas, surgió la paramilitar Fuerza Voluntaria del Úlster, mientras que en el bando rival se creó el Ejército Republicano Irlandés, conocido por las siglas inglesas de IRA.

Los Acuerdos del Viernes Santo sentaron las bases de un marco de respeto entre las dos partes y, en el terreno político, dieron pie a un nuevo Parlamento con sede en Belfast y un Gobierno de obligada coalición. Los nacionalistas, encabezados por el Partido Unionista Democrático (DUP), y los republicanos, liderados por el Sinn Féin, brazo político del IRA, estaban obligados a sentarse a la misma mesa. (Europa Press)

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