Kremlin advierte a Telegram que se está convirtiendo en «herramienta terrorista»

La autoridad rusa ya intentó, sin éxito, bloquear a Telegram entre abril de 2018 y julio de 2020.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha advertido al fundador de Telegram, Pavel Durov, de que debería prestar más atención al uso que se está haciendo de su aplicación, puesto que con el paso del tiempo se está convirtiendo «cada vez más» en una «herramienta en manos terroristas».

«Esperaríamos más atención por parte de Pavel Durov», ha dicho en referencia a su fundador, una semana después de los ataques terroristas en un salón de conciertos a las afueras de Moscú, que ha dejado ya 143 muertos y 180 heridos.

«Este recurso único y fenomenal desde el punto de vista tecnológico, que ha crecido ante los ojos de nuestra generación, se está convirtiendo cada vez más en una herramienta en manos de los terroristas», ha dicho Peskov en declaraciones recogidas por varias agencias de noticias rusas.

«Está siendo utilizada con fines terroristas», ha subrayado Peskov, quien, no obstante, ha descartado por el momento que Rusia vaya a cerrar la aplicación.

Si bien Telegram ya estuvo bloqueado entre abril de 2018 y julio de 2020, la censura no fue eficaz según la compañía y no se adaptó a la nueva ley, sino que «gracias a la tecnología anticensura integrada en la plataforma» los usuarios rusos pudieron seguir accediendo.

«El fundador de Telegram simplemente apoyó públicamente la idea de eliminar la prohibición de Telegram, señalando que los moderadores se habían vuelto más eficientes en la lucha contra el contenido disponible públicamente, como el abuso infantil o la propaganda de ISIS a nivel mundial» aclaró una fuente de la compañía a El Periodista.

Después de dos años de intentar sin éxito bloquear Telegram, el nuevo primer ministro ruso anuló la orden anterior de prohibirlo.

En Telegram creen que la decisión, finalmente, pudo obedecer a la necesidad de salvar las apariencias para dejar de demostrar la ineficiencia de las herramientas de censura del gobierno ruso.

Durov, de 39 años y con una fortuna que la revista Forbes estima en 15.500 millones de dólares, abandonó Rusia en 2014 y reside actualmente en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Nacido en Rusia tiene nacionalidad emiratí, francesa y sancristobaleña.

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