Siete de cada 10 niños de Argentina viven en la pobreza, según Unicef

Entre 2016 y 2023, 1,2 millones de niños adicionales pasaron a encontrarse en situación de pobreza, pese a que la población infantil fue en disminución.

El 71 por ciento de los niños en Argentina (8,8 millones) subsisten en situación de pobreza y el 34 por ciento (4,3 millones de infantes) malviven en condiciones de indigencia en este primer trimestre de 2024, según proyecciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

«El nivel de pobreza en el primer trimestre de 2024 afectaría al 70,8 por ciento de las niñas y niños del país, mientras que el de pobreza extrema ascendería al 34,4 por ciento», destaca un informe denominado «Situación de niñez y adolescencia: 2023-2024. Pobreza, presupuesto y suficiencia del sistema de protección de ingresos».

La pobreza monetaria infantil, que afecta a quienes viven en hogares cuyos ingresos son inferiores a los de la canasta básica de bienes y servicios, aumentó en el último año 15 puntos porcentuales, mientras que la pobreza extrema, que impacta en las infancias cuyas familias no cubren la canasta básica alimentaria, tuvo un salto de 21 puntos porcentuales.

La Unicef señaló que a finales de 2023, más de siete millones de infantes eran pobres por ingresos, lo que afectaba al 57,5 por ciento del total, y que 2,4 millones de niños (19,4 por ciento del total) se vieron alcanzados por la indigencia.

«El aumento de los precios (la inflación) combinado con el estancamiento económico que se registra en el país desde hace ya más de una década fueron los principales responsables de los aumentos de la pobreza e indigencia», cifró el Indec.

Un niño que vive en un hogar en el que el clima educativo es bajo tiene una probabilidad seis veces más alta de encontrarse en situación de pobreza que un infante que vive en una casa de un nivel educativo alto.

Entre 2016 y 2023, 1,2 millones de niños adicionales pasaron a encontrarse en situación de pobreza, pese a que la población infantil fue en disminución.

Entre el primer semestre de 2022 y el primero de 2023 la tasa de pobreza aumentó del 30 al 37 por ciento, «dejando entrever un hecho muy preocupante: ni siquiera el trabajo formal está siendo eficaz para combatir la pobreza», destacó Unicef.

El organismo también constató que los hogares monomarentales tienen tasas de pobreza más altas que los hogares con núcleo completo.

Sin las políticas sociales que permiten la transferencia de ingresos, la pobreza total habría aumentado en 2,2 puntos porcentuales, y la pobreza extrema lo hubiera hecho en casi nueve puntos porcentuales, añade el informe.

«Es decir, habría alrededor de 270.000 niñas y niños más en la pobreza, pero más de un millón pasarían a ser indigentes», cuantificó.

Al observar la pobreza multidimensional, Unicef observó que siete de cada 10 infantes tienen algún tipo de carencia en Argentina, ya sea monetaria o privaciones en el ejercicio de sus derechos.

«Dicho de otra manera, solamente el 31 por ciento de las niñas, niños y adolescentes en el país está libre de toda forma de pobreza», advirtió la entidad.

Unicef concluyó que una clara desmejora en las condiciones de vida de los niños y adolescentes de Argentina, más significativa en los hogares monomarentales y en aquellos que tienen a la persona de referencia con un trabajo formal.

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