Vaticano condena apoyo de Eurocámara al derecho al aborto

"Estamos en contra la pena de muerte, la guerra, el aborto, la injusticia, la ausencia de derechos en el trabajo, la ausencia de defensa de la vida, incluso para los que trabajan en condiciones terribles", ha dicho el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia.

El presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, ha condenado la aprobación por parte del de una resolución por la que pide llama a los gobiernos a dar los pasos necesarios para que el derecho a un aborto «seguro y legal» quede consagrado en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. «Es claramente un atraso cultural», ha asegurado.

En este sentido, recalca que el problema es la «ausencia total» del derecho del niño por nacer. «Esto, en mi opinión, es muy grave tanto desde el punto de vista cultural como social. En este sentido me parece una elección que va hacia atrás, no hacia adelante, y va en contra de ese respeto de todos los derechos, incluso de los más débiles, y en este caso el niño por nacer es más débil, no puede hablar, no puede reclamar nada, y es lógico, demasiado fácil, afirmar los derechos del más fuerte y olvidarse del más débil. Es una elección equivocada exigir un derecho sólo de una parte, no de ambas», lamenta.

Para Paglia, la decisión del Parlamento Europeo «contrasta» con el respeto de los derechos de los más débiles, como el niño por nacer. En este sentido, en una entrevista con Vatican News que recoge Europa Press, cree que la decisión se ha perfilado desde una mentalidad «muy individualista».

«Hace falta una justicia eficaz para ayudar a la mujer a defender su dignidad, su derecho al trabajo, su derecho a expresarse plenamente como cada persona humana», ha asegurado.

En la misma línea, ha recalcado que la oposición al aborto no es sólo una cuestión católica. «Tengo muchos amigos, por ejemplo Angelo Vescovi, que es presidente del Comité Italiano de Bioética, que está en contra del aborto a pesar de no ser creyente ni católico. Aquí la cuestión es muy simple: ¿el que ha sido generado es una vida o no? Si es una vida, ¿con qué derecho la excluyo o elimino? Así que comprendo que pueda haber conflictos y a veces esto, faltaría más, forma parte de la dialéctica general. Pero despreciar totalmente el derecho de quien debe nacer en favor de los derechos de otro me parece claramente un atraso cultural», ha añadido.

Además, ha recordado el nuevo documento publicado esta semana por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ‘Dignitas infinita’, según la cual la dignidad infinita pertenece a todos, sin excluir a nadie. A su juicio, por eso la Iglesia «debe defender la vida».

«Estamos en contra la pena de muerte, la guerra, el aborto, la injusticia, la ausencia de derechos en el trabajo, la ausencia de defensa de la vida, incluso para los que trabajan en condiciones terribles. Esto es lo que debemos promover absolutamente: la defensa de la vida en redondo, empezando por la del más débil», ha insistido.

La decisión del Parlamento Europeo no conlleva ninguna consecuencia legal porque esta medida tendría que ser ratificada por unanimidad por los 27 países. Por ello, Paglia considera que el problema ahora no es inmediatamente legislativo, sino que se trata de una cuestión «cultural muy profunda».

«Creo que la acentuación exaltada, exagerada, de los derechos individuales nos hace olvidar que estamos todos interconectados, todos vinculados. El misterio de la maternidad y del nacimiento es uno de los misterios que califican el sentido mismo de la vida y de la humanidad», ha apuntado.

Del mismo modo, ha llamado a tener la vida de las mujeres «en muy alta estima» y ha recordado la labor de la Madre Teresa de Calcuta, que creó un proyecto con casas «diciendo a las mujeres embarazadas: «den a luz, que yo las llevo». «Frente a una cultura que sigue exaltando el ‘yo’, debemos empujar hacia una cultura del ‘nosotros'», concluye. (Europa Press)

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