Grecia vive día clave en espera de voto de confianza de su Parlamento

Este martes, el Primer Ministro Giorgos Papandreu tiene la misión de conseguir el apoyo de los parlamentarios, y así poder llevar adelante el programa de recortes fiscales y privatizaciones que exige la UE para desembolsar el préstamo que salvaría a Grecia de la bancarrota. El presidente de la Comisión Europea hizo un llamado a que se ayude al país helénico a acceder a estos fondos.

Gran expectación hay en Europa por la evolución de la situación económica de Grecia. Este martes, el Primer Ministro Giorgios Papandreu debe conseguir el voto de confianza del Parlamento, que asegure la aprobación de las nuevas medidas de austeridad que exige la Unión Europea (UE) para entregar un pago de 12 mil millones de euros (equivalentes a 17 mil 80 millones de dólares), que es el quinto tramo del préstamo de 110 mil millones de euros (156 mil 570 millones de dólares) acordado el año pasado.

Este voto sería una señal de que el nuevo plan se aprobará en la votación del próximo 28 de junio. Existe confianza en que se logrará, no sólo porque el gobierno es mayoría en el Parlamento, sino porque la consecuencia de no aceptarse los ajustes es la bancarrota. Analistas estiman que la entrega del quinto tramo del préstamo no puede pasar más allá de mediados de julio, porque para esa altura Grecia ya no tendrá dinero, lo que significaría su quiebra, y podría producirse un terremoto financiero de escala global.

Como muestra de respaldo, el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso, llamó a los miembros a ayudar a que Grecia pueda acceder a los fondos del préstamo. «Si queremos obtener beneficios a largo plazo debemos comenzar a movilizar nuestros recursos con propósitos más prácticos para que el pueblo griego vea que hay esperanza y que no sólo les pedimos que hagan sacrificios», dijo en conferencia de prensa.

Los mencionados cambios consisten en recortes fiscales -impulsando un programa de ahorro de 5 años (con 28 mil millones ahorrados entre 2011 y 2015)-, alzas de impuestos y un programa de privatizaciones por 50 mil millones de euros. El problema que ha surgido es que el gobierno ha intentado suavizar un poco los ajustes, de manera de ganar apoyo político y social, aplacando así las intensas protestas en su contra.

La UE, como manera de presionar al país helénico, aplazó el quinto pago de este préstamo, al menos hasta principios de julio, lo cual fue acordado el pasado domingo 19 de junio en una reunión del Eurogrupo, en Luxemburgo. Incluso enviaron una misión del Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea (CE) a Atenas, que llegará este martes, para revisar que las condiciones pactadas para los ajustes se cumplan y no se “suavicen”.

La situación griega es crítica: el desempleo está en 16% (cifra récord) y se encuentra en una profunda recesión por tercer año consecutivo. Su deuda pública es equivalente al 150% de su PIB, y según expertos, tendría que bajar hasta el 75% o el 80% para ser sostenible. De llegarse a la bancarrota, sería la primera quiebra de un socio del euro.

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