Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa: El “bochorno” del borrador
Más allá del impasse que la presentación del texto de la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa ha sido para el Gobierno, el documento también ha revelado que la relación cívico-militar está lejos de ser normal y adecuada en Chile.
Por Equipo EP
La Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa (ENSYD), presentada originalmente el 28 de junio y vuelta a presentar el 9 de agosto, tiene el propósito de establecer los lineamientos de la política de Defensa y Seguridad de Chile. Como consecuencia, estos definirán los roles, tareas y necesidades de equipamiento de las fuerzas armadas en el periodo 2012-2024. Sin embargo, lo que parecía una tarea precisa, que debía ser expeditamente cumplida por el ministerio de Defensa, se ha convertido en un nuevo bochorno para el gobierno de Sebastián Piñera.
En realidad, las dos fechas mencionadas, en que el documento fue presentado y vuelto a presentar, no son más que los episodios conocidos de la historia. El texto de la ENSYD debía estar listo, revisado y aceptado antes del 21 de mayo. El Presidente esperaba mencionarla ese día en el tradicional discurso e informe anual de gestión, pronunciado en la sede del Congreso en Valparaíso, y poner su texto de inmediato a disposición del público. Pero ya antes, en marzo, se había hecho evidente que el texto no respondía a las expectativas del gobierno, ya que tenía demasiado de filosofía y poco de estrategia.
En un desesperado intento de tener el texto a tiempo para el 21 de mayo, y a sugerencia del Segundo Piso, La Moneda ordenó que un grupo de expertos de fuera del ministerio de Defensa se incorporara al equipo encargado de la redacción. La coordinación de este esfuerzo fue puesta en las manos del cientista político Tomás Duval, militante de RN y especialista del Instituto Libertad, que se desempeña en el Mindef como jefe de gabinete del subsecretario de Defensa, General (R) Oscar Izurieta. Duval, que es hombre de confianza de la jefa del gabinete de asesores presidenciales, Maria Luisa Brahm –fue encargado del área de gobierno del Instituto Libertad cuando era la directora ejecutiva del think tank de Derecha– llegó a esa secretaría poco después del arribo de Andrés Allamand al ministerio.
El equipo reforzado fue incapaz de corregir y tener listo la ENSYD en poco más de dos meses. “Lo que no se hizo bien en dos años no puede corregirse en dos meses”, señalaron a EP personeros cercanos a La Moneda…
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El uso mediatico de la cartera por párte de Allamand, seguro ha generado presiones extras a la gente de Defensa y a los mandos de las Fuerzas Armadas. El bochorno de la Estrategia Nacional de Seguridad, es otra muestra más de las malas costumbres adquiridas en este gobierno, ergo, una forma burda e irresponsable de hacerse una carrera presidencial.