La capacidad de ganar un partido

Por Juan Eduardo Faúndez M. (Presidente Fundación Socialdemócrata)

El deporte colectivo, como puede ser el fútbol, básquetbol, rugby, entre tantos…. nos demuestra que la fuerza, unión y articulación de todos sus jugadores es lo que conlleva a marcar goles, puntos y con ello ganar partidos y campeonatos. Asumiendo que es muy difícil ganar solo con acciones individuales, la articulación del equipo en este caso, es mucho más importante y esencial.

Como lo es en la vida social, así podríamos hablar de la mirada holística de las cosas y lo importante del todo, más que la suma de las partes.

En el caso de Chile, en estos momentos, en esta época, es lo que nos pasa a la centro izquierda chilena, desagregación, escasez de proyecto común y sueños legítimos personales embriagados por realidades de apoyos populares que no existen, en fin, esta situación dista mucho de ser un equipo que construya relato y encamine los sueños de una población que abrió los ojos y que desnudo su vulnerabilidad.

Al menos, en los últimos 100 años del país, no ha existido un presidente con tantos déficits de gestión, con un actuar sordo ante la voz y clamor popular, de cambios, de reformas, de ayudas a millones de chilenos y chilenas que los están pasando mal, producto de la pandemia y sus debilidades estructurales del modelo, su sordera ha demostrado una desconexión tal con la realidad que las últimas cifras expresadas por los sondeos arrojan el apoyo popular más bajo desde que existen estos tipos de mediciones.

Sumado a lo anterior, que solo debería bastar…. Hay que agregar el estallido y revuelta del 18 octubre, el cual, puso de manifestó las nuevas necesidades y oportunidades que Chile necesita construir y reconstruir.

Llega a ser un contrasentido que ante tamaño escenario político, económico y social tengamos un gobierno que una y otra vez llega tarde o simplemente no llega, ya sea por inoperancia o tal vez por la negación al cambio de un pasado que ya fue.

Pero, pero… la izquierda no tiene equipo… es como estar jugando un partido de fútbol, 11 con contra 7….El equipo contrario sin arquero……pero empatando 0 a 0, y entrado el mes de mayo es como estar en el segundo tiempo.

Da para estudio, que en el momento donde los cimientos del modelo neoliberal se han visto resquebrajados, sumado a una coalición de derecha que ha mostrado todo su ser, su esencia (pro privilegios, pro focalización, pro empresarial, pro desigualdad), tengamos al frente a una Izquierda desagregada, sin rumbo colectivo, con miradas maximalistas extremas, en el cual el purismo y la negación al intra-dialogo con concesiones impide ofrecer una alternativa, no entendiendo que la construcción de un Chile mejor requiere la suma de las partes, su diversidad y aceptación.

Son tiempos en donde las oportunidades de correr la cerca y construir un verdadero estado de bienestar socialdemócrata en Chile están más claras y posibles que nunca (Reforma tributaria redistributiva, Renta Básica Universal, Impuesto a los SuperRicos, Reformas a las AFP, fin de las exenciones tributarias, Salario Mínimo ético), a esto se suma que sectores privilegiados van entendiendo poco a poco que la gobernabilidad y la cohesión social requiere convivir en sociedades armónicas, más igualitaria y con felicidad.

Esta semana a raíz de la jugada emanada desde el congreso fuimos testigos que hay esperanzas, que hay luz al final del túnel, que el dialogo en democracia logran construir un equipo en pos de administrar adecuadamente los sueños colectivos de la gente y en especial de los más vulnerable.

Estemos atento a defender el cambio con gobernabilidad, el dialogo por sobre la imposición, el cambio estructural por sobre la cuña fácil. Nos jugamos los últimos minutos de un partido que de ganarlo adecuadamente dará paz social y sobre todo mejores oportunidades a miles de chilenos y chilenas. ¡Aún es tiempo!

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