Justicia dicta prisión preventiva a 8 militares acusados de tortura durante el estallido social

Las víctimas habrían sido golpeados, amenazados y puestos contra una pared, donde les aplicaron una tortura conocida como "simulación de fusilamiento", según el Ministerio Público.

La justicia ordenó este lunes la medida cautelar de prisión preventiva en contra ocho funcionarios del Ejército acusados de torturar a dos jóvenes durante las protestas del estallido social de 2019.

«La Corte de Apelaciones de Temuco ordena la prisión preventiva de ocho militares, imputados como autores del delito de tortura, ilícito perpetrado en octubre de 2019 contra dos civiles en las inmediaciones del cementerio municipal de Temuco», consignó el Poder Judicial a través de un comunicado.

La acusación de Fiscalía contra los militares explicó que el 21 de octubre, una patrulla del Ejército detuvo y trasladó a dos manifestantes a un sitio descampado cercano al cementerio.

Los jóvenes habrían sido golpeados, amenazados y puestos contra una pared, donde les aplicaron una tortura conocida como «simulación de fusilamiento», según el Ministerio Público.

Según el ente persecutor, aproximadamente a las 22:30 horas del 22 de octubre de 2019, las víctimas, R.I.G.Q. y C.F.C.M., se encontraban participando en una manifestación pública, en el contexto del denominado estallido social, en la intersección de las calles San Martín y Andes de Temuco. Lugar al que arribaron efectivos del Ejército, a bordo de vehículos institucionales, quienes procedieron a detener a los jóvenes.

Una vez reducido, obligaron a R.I.G.Q., en medio de golpes, a arrodillarse y pedir disculpas a viva voz a los vecinos del sector por estar protestando. Luego, maniataron a las víctimas y, en uno de los vehículos en que se desplazaban, las llevaron hasta el Cementerio General de Temuco, lugar donde las obligaron a apoyar la frente en uno de los muros de la necrópolis y, en medio de golpes e insultos, volvieron a exigirles que pidieran “disculpas al país por protestar”.

Finalmente y siempre ubicadas las víctimas de cara a la pared, los soldados manipularon las armas que portaban, simularon un fusilamiento y, en medio de patadas, les ordenó que se retiraran del lugar, sin mirar tras, bajo la amenaza de dispararles a matar.

Los integrantes de la patrulla militar no dieron cuenta a la autoridad policial de la detención de las víctimas.

A consecuencia de la golpiza, R.I.G.Q. resultó con una contusión costal, causado por el golpe propinado por un de los imputados con un fusil, entre otras lesiones; en tanto, C.F.C.M. resultó con equimosis en la región dorsal intercostal derecha, en la fosa ilíaca derecha y eritema en la región lumbar. Lesiones catalogadas clínicamente como de carácter leve.

Los imputados, el teniente Juan Carlos Calvo Oróstica; el sargento segundo Enrique Alejandro Quintana Bastías; los cabos primero Patricio Fabián Fuentes Gatica, Isaías Osvaldo Illanes Aguilera y Daniel Esteban Guarda Peña; los cabos segundo Claudio Matías Millalén Correa, Matías Eduardo Matamala Osorio, y el alférez Walter Francisco Balboa Cid, permanecerán en prisión mientras dure la investigación de Fiscalía.

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