El león y su domador: la Argentina de Milei

Por Jaime Ensignia, sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21.

Ríos de tinta se han vertido para explicarse la “sorprendente” victoria de Javier Milei en las presidenciales del domingo antepasado en la vecina Argentina y, desde luego se seguirá derramando mucha tinta más. Argentina, país clave e importante para Chile y, por cierto, para el conjunto de latinoamericana. En la segunda vuelta del 19 de noviembre pasado se impone el candidato de la ultraderecha, el libertario “anarco capitalista”, del Partido La Libertad Avanza (LLA). La distancia de votos entre Milei y Massa es sin duda, notable, pero también, aparente, tal como lo veremos más adelante.

Los resultados y sus trasfondos políticos

La gran mayoría de los expert@s y quizás todos ell@s, nunca pensaron, ni soñaron con aquel resultado. Milei: alcanza el 55,69%; y, Massa logra el 43,31%, es decir una diferencia de aproximadamente de un 12,38% a favor del candidato ultraderechista. Para algunos, no es “sorprendente” él 55,7% de Milei, puesto que se lo explican por el trasvasije de votos de la candidata de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich. En la primera vuelta electoral, Bullrich logra el 23,8% y el candidato Milei, el 30%, lo que da un 53,8% de la votación para el balotaje.

El apoyo del ex presidente Macri, que se venía gestando incluso desde las PASO en adelante y de la candidata derrotada en la 1ra. vuelta, Bullrich fue clave para el triunfo del candidato ultraderechista, pese a que Milei los maltratos por ser parte de la “casta” política que habían llevado al país a una catástrofe económica, política y moral. La furia y su carácter agresivo que fue el comportamiento permanente y sus declaraciones destempladas con la cual nos acostumbraba Milei en su semblanza de León, fue totalmente domesticado por el domador de JxC, el ex presidente Mauricio Macri y su casta, desde la primera vuelta a la segunda.

En este escenario político electoral descrito, un dato no menor, que nos parece importante de destacar, es que, a diferencia de experiencias de algunas naciones europeas en su comportamiento con los movimientos de extrema y ultraderecha muchos de los partidos de la centro derecha, por cierto no todos, establecen un cordón sanitario en contra de alianzas con estos movimientos y partidos de la derecha extrema. A esta política de aislamiento de estos sectores extremos, se acoplan los partidos socialdemócratas, laboristas y socialistas de la Unión Europea (UE).

En Latinoamérica constatamos que estos partidos de centro derecha no escatiman esfuerzos de aliarse con la extrema y la ultraderecha para acceder a cuotas de poder o de incidir en los futuros políticos de las naciones. Así fue el caso de Brasil en las últimas elecciones presidenciales, Chile en la elección presidencial del 2021 y, ahora sucede en Argentina. Esta centro derecha, permite, como en el caso argentino, que la electa vicepresidenta Victoria Villarruel, fiel exponente del negacionismo de los derechos humanos, se da el lujo de minimizar las atrocidades perpetradas por la dictadura militar argentina (1976-1983) que causo la desaparición de más de 30.000 personas y, además de ufanarse tener sólidos vínculos con la extrema derecha española, con VOX y, otras organizaciones ultraderechistas europeas y del continente latinoamericano.

El comportamiento ético político de la centro derecha de la región y su responsabilidad democrática, deja mucho que desear.

La asunción presidencial de Milei: tiempos recios se avecinan

El día 10 de diciembre es la transmisión de mando y, partir de ese día, se pondrá en juego, lo que se podría llamar el radical y, desconocido para muchos de sus votantes, “programa” del presidente electo y de sus extravagantes propuestas que tienen como objetivo central sacar a la Argentina del forado de la inflación (140% anual), de la pobreza (40% y la extrema pobreza de un 10%); dolarizar la economía; liquidar el Banco Central; privatizar las empresas del Estado, IPF y, los medios de comunicación pública, TV Pública, Radio Nacional y Télam; eliminar importantes ministerios públicos; recortar los subsidios a los sectores vulnerables, privatizar la Salud y la Educación pública; prohibir el aborto; y, la venta de órganos. Todo bajo el lema: Qué el Mercado decida y ¡Viva la libertad carajo!

Sin embargo, que para llevar a puerto estas extremas medidas, Milei necesita el apoyo del Congreso y, ese apoyo en ambas cámaras de diputados y el Senado, el presidente libertario anarco-capitalista, no lo tiene. Veamos la conformación de las tres fuerzas principales en el Congreso: en la Cámara de Diputados, el Peronismo tiene 108 bancas; JxC de Macri, cuenta con 94 bancas; y la LLA de Milei cuenta con 38 diputados. En el Senado, el Peronismo tiene 33 senador@s; JxC, tiene 21 bancas y; LLA cuenta con 7 Senador@s. Por cuanto, al presidente electo, le será muy difícil aprobar la gran mayoría de sus propuestas anunciadas. Podrá avanzar en algunas de ellas, si lo hace por decreto. Tampoco tiene Gobernadores ni Intendentes suficientes, pese al apoyo de JxC, es decir no tiene poder territorial, cuestión tan importante en una Argentina federada. En una reciente entrevista en un medio de comunicación chileno, La Tercera, Martín Caparrós, periodista y escritor argentino, muy crítico del presidente elegido, señaló que los argentinos en la elección presidencial, prefirieron la incertidumbre representada por Milei a la certeza del desastre, que ofrecía Massa.

Los retos de la oposición

La oposición política y social en este escenario -sobre todo el peronismo- deberá realizar una profunda introspección política de lo que tendrá que proponer en este nuevo estado societal, asumiendo los éxitos y los fracasos de los largos años de gestión gubernamental y, deberá entrar en un proceso de reconstrucción y en la búsqueda de nuevos liderazgos.

Qué peronismo saldrá de esta coyuntura de derrota, es impredecible de constatarlo. En este escenario del peronismo, se deberá tomar en cuenta el liderazgo de Axel Kicillof, Gobernador de la provincia más grande y decisiva del país trasandino, la provincia de Buenos Aires que la obtuvo con un gran triunfo electoral.

Un proceso similar de revisión de su quehacer político sindical y social frente a este nuevo momento político de un gobierno de ultraderecha, deberán hacer el sindicalismo argentino y las otras expresiones del mundo social, el movimiento feminista, los piqueteros, por nombrar algunos de ellos.

Insistimos, que aún es muy temprano como para hacer un análisis más profundo del triunfo de Milei y de sus proyecciones en la gestión del gubernamental. Habrá que esperar un tiempo, pese a que los tiempos políticos argentinos serán muy rápidos y breves y, la ciudadanía, como nunca en la historia reciente de esta nación, exigirá soluciones rápidas y profundas a sus expectativas, estas, enarboladas por Milei. Lo que aparece con relativa claridad, es que el futuro de Argentina estará plagado de incertidumbres a todo nivel con la llegada del libertario anarco-capitalista al gobierno.

Resumiendo, se deberá estar atento para ver si realmente el león se fagocitará al domador y su casta, o bien el domador y sus seguidores habrán domesticado a este iracundo león hasta transformarlo en un inofensivo gatito de su corte. En todo caso, el domador ha logrado por ahora, instalar en ministerios estratégicos, cómo en Economía y en Seguridad, a dos de sus más estrechos colaboradores.

Vendrán más amigos del domador en el aparato del Estado. El león tendrá que gemir: viva la Casta.

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