Muertes tempranas en la Meca del cine: Hollywood trágico
Al protagonista de Glee se sumaron en los últimos días el suicidio de un actor de Disney y el deceso de Lisa Robin Kelly durante su rehabilitación. El drama de vivir rápido y morir joven.
Por Bruno Lazzaro*
La reciente muerte de Lee Thompson Young conmovió a todo Hollywood. Y es que el actor –protagonista de la serie de Disney The Famous Jett Jackson– decidió quitarse la vida a los 29 años. Pese a que se desconocen los motivos, el deceso del artista se suma a una larga lista de finales trágicos ocurridos en la capital del cine mundial desde el recordado rebelde sin causa, James Dean, hasta Heath Ledger pasando por River Phoenix y Brittany Murphy.
En la actualidad, Thompson Young trabajaba en la serie de TNT Rizzoli and Isles, donde interpretaba a un detective de gran conocimiento tecnológico. “Lee será querido y recordado por todos quienes lo conocieron y lo amaron dentro y fuera de pantalla por su energía positiva, su sonrisa contagiosa y su emotivo carisma”, comunicaron directivos de la cadena.
Hace una semana, la meca del cine había lamentado la pérdida de Lisa Robin Kelly, la despampanante Laurie Forman –la hermana de Eric– en la serie That 70’s show. La actriz de 43 años, que en los últimos años había sido denunciada por su pareja por violencia doméstica y que había sido arrestada por conducir en estado de ebriedad, acababa de ingresar a una clínica para rehabilitarse de su adicción a las drogas y el alcohol. “Estaba esperanzada y proyectando, pero lamentablemente perdió la batalla”, aseguró el agente de la artista que también se hizo conocida por participar en programas como los Expedientes X y Casados con hijos.
Sin embargo, fue la muerte de Cory Monteith la que más llamó la atención del mundo en estos días. El actor de Glee fue hallado sin vida producto de una sobredosis de drogas y alcohol. En una entrevista realizada hace dos años, el canadiense, de 31 años, había confesado que a los 19 años era adicto a “cualquier cosa”.
La cadena Fox anunció la semana pasada que el estreno de la quinta temporada de la exitosa serie se demorará otros siete días para plantearse de qué manera se resolverá la desaparición de Finn, el capitán del equipo de fútbol americano de la escuela que también tenía cualidades artísticas. Luego de que, en un principio, se diera a conocer que el fallecimiento del personaje iba a ser similar al del actor, los guionistas tuvieron que cambiar de planes a raíz de la mala recepción por parte de los fanáticos y de los propios actores. “Lo que haremos con el capítulo es que no te diremos cómo murió, ni ahora ni nunca”, confirmaron.
Sage Moonblood Stallone vivió toda su vida actoral como el hijo de. Su padre, Sylvester Stallone, le dio su primer personaje en la recordada Rocky V, donde justamente interpretó al hijo rebelde del boxeador. Según conocidos, Sage pasó sus últimas semanas encerrado en su casa inmerso en una gran depresión. Fue encontrado muerto el 22 de agosto de 2012 producto de una sobredosis de drogas que le provocó un paro cardíaco a los 36 años. Dos días antes, el cineasta británico Tonny Scott –recordado por películas como Top Gun, Hombre en llamas y El último boy scout y hermano del también realizador Ridley– se quitaba la vida lanzándose desde el puente Vincent Thomas, en el sur de Los Ángeles.
En los últimos años fueron varios los artistas que sucumbieron a raíz del abuso de drogas. Uno de ellos, Chris Farley, era el rey de la comedia del momento. Antes de hacerse famoso por protagonizar una serie de películas livianas, el actor se lució en Saturday Night Live. En 1997, a los 33 años, murió a raíz de una sobredosis a la misma edad que tenía John Belushi, su máximo ídolo, al fallecer. Chris Penn tuvo un final similar en 2006. Pero su legado fílmico no fue tan popular. Sean se empeñó en dejar en claro que la muerte de su hermano estuvo relacionada a su exceso de peso. Pero la autopsia determinó que en su cuerpo haba restos de cocaína.
Por popularidad, los casos de Heath Ledger y Brittany Murphy fueron los de mayor renombre. Al primero, su papel en Secreto en la montaña le valió una nominación al Oscar en 2006 como “Mejor actor”, pero perdió a manos del Capote que interpretó Philip Seymour Hoffman. Sin embargo, tres años después, Ledger se llevó el premio al “Mejor actor de reparto” por su personificación del Guasón en Batman, el caballero de la noche, la película que acababa de filmar antes de fallecer por una sobredosis accidental de medicamentos recetados. El mismo motivo por el que murió la actriz y cantante Brittany Murphy, quien trabajó en filmes como 8 mile –la película de Eminem– e Inocencia interrumpida.
River Phoenix fue una gran estrella que se apagó antes de tiempo. Con su participación como uno de los cuatro protagonistas de Cuenta conmigo, logró quedar en la memoria emotiva de toda una generación. Pero justo cuando su carrera comenzaba a crecer, luego de obtener papeles en Indiana Jones y la última cruzada, Mi mundo privado y Al filo del vacío –por la que estuvo nominado a un Oscar a los 18 años–, el ícono de la Generación X pasó a mejor vida a la salida de un bar –propiedad de Johnny Depp– como consecuencia de una sobredosis. El mismo final que tuvo Dana Plato, recordada como la dulce Kimberley en la serie Blanco y negro.
Pero sin dudas los finales más recordados son los de James Dean y Marilyn Monroe. La del actor fue una de las muertes más trágicas. En 1955, a los 24 años, y días después de filmar un anuncio publicitario en el que les advertía a los jóvenes sobre los riesgos de conducir con imprudencia, incrustó su Porsche Spyder 550 –bautizado como Pequeño Bastardo– contra otro auto en una carrera en California. Murió en el acto. A cincuenta y un años de su partida, los enigmas alrededor del deceso de la mujer más fotografiada de la historia se siguen acumulando. Y pese a que se debate si fue un suicidio o un asesinato, la razón de su muerte fue catalogada como paro cardíaco por sobredosis de medicamentos.
Una tragedia tras otra. Apiladas en el panteón de los recuerdos de un grupo de artistas que se quedó en el camino por no poder enderezar el rumbo de sus días.
*Revista Veintitrés